GRACIAS SEÑORES ENTRENADORES
GRACIAS SEÑORES ENTRENADORES
Los años pasan…Los recuerdos son eternos, la nostalgia gira permanentemente
y nuestra memoria busca escenas de tiempos vividos.[1]
¿Quién no recuerda a sus primeros
entrenadores de Rugby? Me vienen a la mente inmediatamente mis dos primeros ENTRENADORES:
Magín Moliné y el “Negro” Juan Carlos Méndez. ¡QUÉ
MARAVILLA DE ENTRENADORES!
Sinceramente unos G R A N D E S con todas las letras. Cada uno con
su perfil. Magín, el apasionado, el que te hablaba y las pulsaciones te subían a
200 por minuto. Te corrían ríos de sangre por las venas y entrabas a la cancha
junto a tu equipo a dejar todo por tu camiseta. Y les aseguro que siempre entrábamos
con mentalidad ganadora. El “Negro” Juan Carlos… ¡Ah bueno! un adelantado en la
retroalimentación entrenador-jugador. Si te veía mal te llamaba e ibas a su local
de fotografía a hablar con él. Te orientaba y te daba consejos de vida. Estaba
al lado tuyo. Te contagiaba con esa sonrisa que tenía debajo de sus bigotes
¡Qué dupla por favor! Qué felicidad fue tenerlos como entrenadores y que me
hayan inducido hacia este AMOR por el Rugby.
Cada uno de nosotros tenemos historias que hablan de nuestros entrenadores.
Vos que estás leyendo este artículo, te invito a
que te tomes un tiempo para recordarlas. Mientas
tanto te cuento una anécdota mía, la que más recordamos con mis compañeros y
demuestra por qué nosotros valoramos tanto a nuestros entrenadores…
En el equipo había varios jugadores que cursaban la facultad de noche. Salían
a las 21:30, así que nos propusimos entrenar a las 22:00. Si, así como lo leen.
Comenzábamos el entrenamiento a las 22:00 y duraba hasta las 23:30, y muchas
veces, por no decir la mayoría, hasta las 24:00. Imagínense en pleno invierno
lo que era eso, cuando bajaba la niebla. ¡Mamita! Además de no ver casi nada,
lo cual fue muy bueno para empezar a utilizar más la parte auditiva, la palabra
y a través de ella la comunicación. Terminar de entrenar, ver ese vapor que nos
salía de la camiseta, sacarnos los botines, ponernos las zapatillas, la campera
y subirnos a los autos, generalmente cinco personas en cada uno. ¡Por favor,
sientan el olor en el auto! ¡Qué aroma! Además el frío y
la calefacción. Y lógicamente la música de fondo. Era la época de Queen, Génesis,
Charly García, y comenzaban a sonar Juan Carlos Baglietto, Soda Stereo, entre
otros.
Cómo no vamos a valorar y querer a nuestros entrenadores Magín y el Negro
Méndez, si ellos eran los primeros en llegar y los últimos en irse.
Ojalá estés pensando en los tuyos, en todo el esfuerzo que han hecho y
hacen, muchas veces simplemente por amor al club, al deporte, y al equipo…
porque la mayoría lo hace simplemente por eso, por AMOR. Seguro que le das un
gran valor a todas las enseñanzas que te dejaron, a todo lo que te
transmitieron. 
Puedo nombrar a muchos entrenadores con los cuales compartí como jugador,
preparador físico y como dirigente. Todos, sin dar nombres porque no me quiero
olvidar de nadie, hicieron y hacen mucho por nuestro deporte: el RUGBY.
A ellos y a ustedes, entrenadores que están leyendo, solamente les puedo
decir MUCHAS GRACIAS POR TANTO.
Agradecimientos
Magín Moliné,
en memoria del “Negro” Juan Carlos Méndez
y
TODOS LOS ENTRENADORES DE RUGBY
Vamos x más x mucho más
Lic. Prof. Alejandro F Pascual

 
 
 
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